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Foto del escritorMau Coronado

Tu propósito específico

Escuchamos esto muchas veces a través de nuestra vida y no parece que lo tomamos lo suficientemente en serio. Creo que en la cultura moderna, encontrar el propósito de vida es tomado muy a la ligera. Pretendemos lograrlo fácilmente como si hubiera una única respuesta para todos. O creemos que lo tenemos que encontrar de inmediato para poder iniciar nuestras vidas. Todos hemos escuchado estas expresiones: "Es su vocación". "El llamado", "encontrar tu pasión". A veces es visto como algo muy espiritual y por ello no es necesariamente algo que vemos propio para nosotros.

Y la verdad es que "seguir tu pasión" o "encontrar tu vocación" es un privilegio que no todos tienen la oportunidad de elegir. Hay veces que ni siquiera tenemos la oportunidad de pararnos a pensar en ello, porque la vida nos ha llevado por diferentes caminos. Sin embargo el propósito específico propio no es necesariamente profesional. Quizás tenga que ver con tu profesión, pero paremos a imaginar un poco: digamos que te quedas sin tu trabajo. ¿Ya no tienes propósito?

La vocación, la pasión, son ideas muy populares en el ámbito laboral. En el zeitgeist actual es muy común la idea que encontrar tu pasión hará que triunfes económica y laboralmente. ¿Quién no ha escuchado la frase de Confucio "si amas lo que haces no tendrás que trabajar un solo día"? o alguna de sus derivaciones. Es hasta idílico. Pero es un arma de doble filo para esta economía, porque no todos tenemos la fortuna de encontrar un trabajo remunerado que tenga que ver con nuestra pasión. Entonces ¿estamos mal?


No. Tenemos que reconocer y acordarnos que vivimos en una economía que premia al inteligente que sabe explotar las necesidades de los demás, no al que se esfuerza. Puedes trabajar en tu pasión y no poder pagar tu renta. O incluso puede ser que tu trabajo te apasione, pero no eres una ave feliz que vuela por la pradera cada vez que trabajas. Si tu pasión es tu trabajo y tu misión de vida, enhorabuena, tienes suerte. Si no, bienvenido a cómo se siente la mayoría de la gente.

Poder separar nuestra "misión personal" de nuestra profesión le quita el poder de urgencia que el trabajo puede tener sobre nosotros. Sólo pararte a pensar en cuál es tu propósito en la vida, tu sentido, ya es un primer paso. Se necesita honestidad, paciencia y entender que es algo que cambia con nosotros. Tiene que ver con la vida que actualmente tienes; no con la que quieres o pretendes tener. Es un concepto difícil de procesar, pero para darle sentido a nuestra vida tenemos que ser realistas a fin de que tenga un efecto real y palpable en la manera que vivimos. De lo contrario se puede interpretar como un sueño que "algún día conseguiremos".

Las metas y los sueños son importantes para nuestro bienestar, pero son distintos de la misión personal. El propósito específico, es algo que afecta a nuestro día a día. Los sueños y metas son un "hacia dónde" y la misión es un "porqué". Los japoneses conocen esto como Ikigai: "una motivación vital, una misión, algo que les daba fuerzas para levantarse de la cama por las mañanas" según Francesc Miralles entrevistado por Miguel Ángel Bargüeño, para El País.

El Ikigai tiene 4 elementos: Lo que te gusta hacer, lo que el mundo necesita, para lo que eres bueno y por lo que te pueden pagar. Sí. Aquí es donde yo difiero. Y esto es a nombre muy personal. Si te pagan, tanto mejor, pero no todo el mundo tiene ese privilegio. En mi caso particular yo sigo buscando mi misión de vida día a día. Por eso empecé a escribir este blog, para empezar.

Si lo es, mejor, pero si no, no hay porqué torturarnos. Claro, el fruto de nuestro trabajo nos ayuda a tener una vida, la vida que queremos y qué mejor si disfrutamos lo que hacemos – Confucio Dixit – pero ¿qué tal si justo ahora, no te pagan para hacer lo que te gusta? ¿Quiere decir que has fallado? Estamos en una época del mundo en la cual la gente se la pasa presumiendo sus logros. O incluso se pone en la mente la idea de que todo tiene que estar bien y de que necesitas ser completamente feliz en exactamente todo lo que haces para considerarte una persona exitosa en la vida. Qué frustrante es eso.

Cuando estaba buscando mi propósito de vida, me puse por detrás de sueños adolescentes y previos a la vida profesional. Tomé el estandarte de la escritura. Quería escribir cine. Sin embargo, con el tiempo se volvió forzado. Además de que no encontré un camino claro de carrera en el cual podía hacer lo que quería a cambio de dinero. Lo que tuve que hacer fue buscarme otra actividad – dentro de mis habilidades profesionales – por la cual sí me pagaran y que al mismo tiempo me acercara a lo que yo quería hacer: cine, producción.


5 años después, he aprendido mucho y llegué a tener paz con el "escritor de cine" en mí. Tuve ese examen que me dijo: "¿de verdad lo quieres?" Y la verdad es que por lo pronto no. Por lo pronto del lado en el que estoy me funciona y ayudarle a la gente a que se haga esas preguntas difíciles me sabe mejor. Me tomó tiempo y ahora lo hago con alegría. Ahora, mi propósito no es algo por lo que me pagan, pero afortunadamente es algo que mi profesión me permite hacer, porque me da (me doy) el tiempo libre para dedicarme a esto.


Hagamos un ejercicio rápido. A veces me parece obvio pero creo que es necesario señalar que el propósito de vida no es estrictamente profesional. Puede ser familiar (formar una familia), ambiental (que no nos acabemos el mundo), social (ayudar al otro), político, científico, etc. Vamos, hay de todo. Sólo hay que aventurarse a saber qué nos causa curiosidad del mundo y qué genera placer al hacerlo.


Entender tu propósito (o encontrarlo) ayuda a sobrellevar los momentos estresantes del trabajo. Por otro lado, si sabes que tu trabajo te ayuda a tener una vida donde te das el tiempo para lo que quieres, es la clave para disfrutar mejor la vida. Cuando te sientas atorado y tu trabajo te esté (metafóricamente) ahorcando voltea a tu propósito, quizá encontrarlo te dé un poco de paz. Si tu trabajo no te ayuda a ello, quizás es momento de evaluar dónde estás y pensar en las estrategias para ir donde quieres estar.

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(2017.11.03) Bargüeño, Miguel Ángel. "'Ikigai': la filosofía de vida de los japoneses que llegan a los 100 años". El País. Consultado en https://elpais.com/elpais/2017/10/31/buenavida/1509440484_558515.html el 06.07.2021

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