top of page
Foto del escritorMau Coronado

Trabajar en (con tu) pareja

En la vida adulta es difícil conocer a nuevas personas. Cuando estamos en la escuela tenemos amigos todo el tiempo que lo único que tienen que hacer es ir a la escuela con nosotros. Ahí en nuestras actividades extra curriculares puede que conozcamos a más personas y de ahí nacen las relaciones de noviazgo más temprana de nuestra edad. Sin embargo conforme uno va creciendo y entrando en el mundo laboral las oportunidades de conocer nuevas personas se reducen a nuestros hobbies, actividades sociales y claro, nuestro trabajo.

Las relaciones personales en el trabajo son el terror de RRHH. Porque todo se puede tornar muy MUY FEO. O no. O sí. Las relaciones románticas siguen siendo de un misterio tan particular que se siguen (y seguirán) escribiendo novelas que tratan de descifrar por qué se sufre tanto por amor. Aún así es muy común conocer a tu pareja en tu lugar de trabajo. Y quizá suceda que todo pasa bien en el trabajo y ni siquiera interactúan mucho porque son de departamentos distintos. Pero a mí me interesa abordar lo que pasa cuando por conveniencia o destino terminan trabajando en relación directa, ya seas tú la jefa o él. Si no establecemos barreras claras en cuanto a nuestro comportamiento en el trabajo el resultado es que algo va a sufrir. Ya sea la calidad de nuestro trabajo o la de nuestra relación.

Me molesta ser el cabrón que desde su torre de marfil les dice a todos qué hacer. Por eso más bien pongo esta reflexión de mi experiencia personal. Lo mejor que pudimos hacer es dejar las reglas claras. Primero que nada, yo decidí trabajar con mi pareja porque confío plenamente en sus capacidades. Me conozco y sé que soy muy exigente, entonces escogí trabajar con ella porque es un buen elemento del equipo; no por lástima. Bajo ninguna circunstancia hubiera estado en el mismo equipo si no confiara en ella: porque si elijo a alguien con capacidades limitadas (que aparte yo sé que no está a la altura) me terminaría enojando con ella, aunque debiera enojarme conmigo mismo por atreverme a tener un equipo débil. Entonces la reflexión principal aquí es conocer las capacidades de mi pareja y las mías. Tanto si me eligen como si me toca a mí elegir.

Algo que también nos sirvió es entender la jerarquía. En la relación sí somos muy iguales y si les gusta díganse que "el corazón manda"; pero el trabajo es trabajo, y aunque se aceptan aportaciones y sugerencias hay que entender que la jefa hace las cosas por alguna razón que quizás ahorita no tiene tiempo de explicarte. Aunque tengas un desacuerdo, lo principal es entender que lo que busca tu jefa/pareja es lo mejor para el proyecto que están realizando. Por otro lado (y esto no sólo para la pareja, sino en general) es bueno tener en cuenta que no sabemos todo y que siempre hay una manera nueva de resolver un mismo problema. Por lo tanto, en una de esas las sugerencias que te dan son mejores que tu idea. Lo importante es escoger bien el momento y el lugar.

Es verdad que la pareja tiene un privilegio sobre los demás y cuando toca corregirle es algo difícil. Sobre todo porque ya usar el término "corregir" suena hasta desmedido. Pero creo que sirve como buena medida para llamar la atención a cualquiera. Igual pienso que al igual que las sugerencias escoger el tiempo y el lugar son clave para no acabar en un divorcio o cálculos en el riñón. Lo que me ha tocado es hablar de manera que no se sienta atacada y dejar muy en claro: esto es exclusivo del trabajo.


Algo que no he tocado es lo que piensan los demás: porque al traer a tu pareja al trabajo les suena a todos a NEPOTISMO. Y puede que sí parezca, pero al menos que trabajes en gobierno yo no te voy a juzgar. Porque cada quién tiene razones para escoger a su equipo de trabajo, y si a la persona que más confianza le tienes aparte hace una buena chamba ¡pues vas! sin embargo el escrutinio de los colegas es complejo. Para mí lo mejor es primero no declararlo, que cada quién se gane su lugar en su puesto. Ya una vez que empiece el rumor (PORQUE NOS ENCANTA EL PERRO CHISME) pues se confirmará lo que a quienes les importe se necesite saber. Sin embargo creo que lo mejor es no declararlo, sin embargo negarlo es también una estrategia que rara vez sirve; sobre todo porque o se les va a notar o si lo evitan va a terminar por mellar la relación.


Como todo, esto es exclusivo de cada pareja; lo que puedo asegurar es lo difícil que es separar las actividades laborales de las emociones interpersonales, sin embargo tener la intención de dejar las cosas claras ya te pone en un lugar más seguro si te toca surfear la aventura que es trabajar con tu pareja. Para mí ha sido una muy buena experiencia; porque aparte de aprender de ella como ser humano, aprendo como profesional. Sí se puede mezclar el placer y el negocio, siempre y cuando no se negocie con el placer, ni se haga lo que a uno le plazca con el negocio.



15 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page