4 ideas para sobrevivir emocionalmente al trabajo.
Pensar en números, nos ayuda a dimensionar la realidad con más calma. Siempre y cuando sean menos de 10, porque luego se vuelven estadísticas. Yo, he encontrado 4 constantemente que me ayudan a "bajar el balón", cuando me comienza a ganar el estrés: 1. Nadie se va a morir (ya sé, parezco disco rayado), 2. Todo tiene solución, 3. Siempre puedes volver a empezar y por último 4. Todo se acaba. Elaboro:
Nadie Se Va A Morir - Necesitas aprender a dimensionar tu responsabilidad. Cuando algo en tu trabajo te abruma, llevar las cosas a sus últimas consecuencias te puede dar una sensación de alivio, porque después de todo, si no puedes entregar el logotipo del patito a la 1 de la tarde: Nadie se va a morir. Te invito a hacer este ejercicio con todas y cada una de los pendientes que tengas; lo más probable es que nada de tu trabajo implique poner en riesgo la vida de alguien. ¡Si sí, corre, resuélvelo ya! Si no, respira, calma y continúa. No me malinterpretes, esto no es una excusa para que seas mediocre en tu trabajo; pero cuando entiendes la dimensión de tu trabajo frente a toda la vasta realidad, te darás cuenta que de trabajo siempre puedes cambiar, pero de vida, nunca.
Todo Tiene Solución - Ya que tienes claro que nadie se va a morir, es hora de pensar en actuar directamente. Como prestadores de servicios nos dedicamos a resolver problemas; en eso se basa el modelo económico actual, aunque de manera cada vez más refinada; pero, sin entrar en detalles económico-filosóficos gracias a eso, los independientes y las empresas tenemos trabajo. Una marca tiene un problema de imagen, el diseñador le hace un logotipo y todo un manual. Una empresa no tiene un catálogo; el programador con el diseñador le generan una página de Internet. Así con cualquier industria. ¿Pero qué pasa cuando resolver problemas, nos causa a nosotros más problemas? No es mentira que siempre habrá imprevistos, de eso nadie se salva. Se vuelve todo más complejo cuando surgen problemas que tu presupuesto/tiempo/habilidades no tenían contemplado. Eso te puede volver loco, porque significan más o diferentes recursos. Tendemos a caer en la creencia que si no logramos las cosas con la más alta eficiencia hemos fracasado. Y es que nadie sabe todo y el hubiera no existe; si bien el sistema actual es muy exigente con los profesionales, los problemas a los que tú te enfrentes son únicos y las maneras de resolverlas también. Parece que si te sales del manual de operaciones y del camino que fijaste ya no hay manera de lograr un buen trabajo. Pero la verdad es que todo lo que sucede en tu trabajo tiene miles de soluciones; quizá no es la más rápida o más eficiente, pero siempre hay una manera de resolver los problemas. Ni los problemas son tan graves, ni las soluciones son tan limitadas. Si tienes en cuenta eso te puedes abrir puertas a darle espacio a tu mente para que se pase del bloqueo al fluir en la búsqueda de resolver los problemas de tu cliente y los imprevistos que salgan en el camino.
Siempre Puedes Volver A Empezar - Tenemos un miedo constante a quedar mal, a que nos corran, a que no nos vuelvan a contratar. Es un miedo legítimo. Quizá viene de ser perfeccionista o inseguro; o viceversa. Pensemos en que tienes razón; te encontraste con un empleador al cual decepcionas más constantemente que a tus papás cuando les dijiste que querías ser programador. Te encontraste con el cliente con quien tienes menos aprobación que los últimos años del sexenio de Peña Nieto. En primera, ningún individuo conoce a TODOS los clientes posibles. En segunda, ninguno puede satisfacer a todos sus clientes. Claro que hay clientes y empleadores más atractivos que otros, pero lo importante es saber con quiénes te acomodas mejor. Si hay algo por lo cual escogiste ser un freelance es por la libertad de trabajar cómodo. Cierto, no siempre tendrás los clientes ideales, ni los jefes ideales; pero en el momento en que estés más presionado y sientas que no aguantas más recuerda que siempre puedes volver a empezar.
Todo Se Acaba - O la otra: Nada es para siempre. Esta es un arma de doble filo, porque te puede causar ansiedad pensar que el bienestar se acaba. Sin embargo lo útil es pensar en que todo lo malo y lo pesado se acaba. Los días difíciles se acaban; los trabajos tortuosos se acaban. Bien dice el dicho que no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo aguante; cualquiera de los problemas a los que te enfrentes en tu trabajo tienen fecha de caducidad y eso te otorga el control sobre lo que tienes que hacer al respecto. Esto te sirve para estar motivado: por más que deseemos que una fecha no llegue, va a llegar y más vale que te prepares. La segunda es alivio, porque se va a terminar.
Sé que esto parece como sacado de una colección de dichos de la abuela; pero es que en los dichos reside la verdadera sabiduría. Nos la hemos pasando tanto tiempo estudiando y especializándonos en ser más productivos que olvidamos ser prácticos. Y para la vida, se necesita ser muy práctico, más si queremos llevarla bonito.
Comments